En Cinta Miércoles, 9 diciembre 2015

Al director de cine danés Lars von Trier le encanta la polémica. Estos son 5 momentos que lo demuestran

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Escribe: Pirri Barreto (@pirriman)

Desde su primera aparición en el mundo del cine, Lars von Trier ha dividido tanto a la crítica especializada como al público. Hay quienes lo creen un gran y visionario cineasta, otros un farsante y un pretencioso. Es justamente aquella presencia divisiva la que lo ha llevado a pasearse por un sinfín de festivales del mundo y,  aunque muchas veces no estemos de acuerdo con sus películas y sus formas, estamos ante un cineasta que conoce su oficio. «Europa», «Rompiendo las Olas», «Los Idiotas», y más recientemente «Anticristo», «Melancolía» y «Nymphomaniac», son ejemplos de esa cualidad subversiva y fascinante del realizador.

Claro que este realizador danés no solo genera polémica desde sus películas, sino que también lo hace fuera del set, cuando declara y generalmente abre la boca de más en entrevistas o conferencias (¿intencionalmente?).  A propósito del re-estreno de «Bailando en la Oscuridad» desde este jueves 10 de diciembre en UVK Larcomar, he decidido recordar 5 momentos que ejemplifican la polémica que siempre persigue al realizador.

1. Björk vs. Lars von Trier

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En el año 1999, el director convocó a la cantante Björk para que protagonizara su película más premiada: «Bailando en la Oscuridad». Este musical dramático que se llevó la Palma de Oro en el Festival de Cannes y que es parte de la trilogía del Corazón Dorado (junto con «Los Idiotas» y «Rompiendo las Olas», películas protagonizadas por mujeres que hacen un gran sacrificio) narra las peripecias que tiene que pasar Selma, una joven inmigrante checa que ve cómo se desencadenan una serie de eventos desastrosos en su vida, que llevarán a la cinta a un trágico final.

En más de una ocasión, la misma Björk ha manifestado lo tortuoso que le fue grabar la película, ya que consideraba al director un tipo sumamente agobiante, manipulador y sexista. En varias ocasiones Lars, molesto por la actuación de Björk, pateó y destrozó los monitores para luego reportarse enfermo.

Por el lado de Björk, se dice que estuvo al borde de un ataque de nervios en varios momentos del rodaje, lo cual hizo que quisiera renunciar al largometraje en varias ocasiones. El punto más fuerte se dio cuando Björk, en un ataque de ira, destruyó el traje que tenía puesto con sus propios dientes para luego abandonar el set y volver cuatro días después. ¡De temer! Ha jurado nunca más volver a trabajar con él (y no lo ha hecho a la fecha).

2. Persona non grata

Tal vez el acto más recordado y criticado del director se dio en plena presentación de la película «Melancolía» en el Festival de Cannes del 2011. En aquella presentación el director se encontraba con las protagonistas de su cinta Kirsten Dunst y Charlotte Gainsbourg, quienes fueron testigos de una de las barbaridades más grandes dichas en dicho festival.

Lars, quien estuvo bromeando con los periodistas y con sus protagonistas durante toda la rueda de prensa, lanzó un comentario radical:
Por algún tiempo pensé que era judío y estaba feliz de ser judío. Pero luego conocí a Susanne Bier (danesa y judía) y ya no estaba tan contento. Descubrí que en realidad soy un Nazi. Mi familia era alemana. Y eso también me dio cierto placer. ¿Qué puedo decir? Entiendo a Hitler: me agrada un poco.
Y no se detuvo:
No quiero decir que estoy a favor de la Segunda Guerra Mundial y no estoy en contra de los judíos ni de Susanne Bier. Es realidad, estoy muy a favor de ellos. Todos los judíos. Aunque, Israel es una pata en el culo… Bueno, ¿cómo puedo zafarme de lo que acabo de decir? Ok, soy un nazi.
Para calmar las aguas, Kirsten Dunst le dice a la prensa que Lars “es muy intenso”, a lo cual este responde que quisiera que ella y Gainsbourg protagonizaran una película porno dirigida por él de tres o cuatro horas de duración con mucho «sexo incómodo». La organización del Festival de Cannes al toque lo declaró persona non grata. ¿Qué hizo él? Se fue al Festival de Berlín con el polo que pueden ver al inicio de este artículo.

3. ¿Sexo real en sus películas?

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Desde sus inicios, las películas de Lars han estado cargadas de polémica, tocando temas sociales y perturbadores. Pero no fue hasta el estreno de «Los Idiotas» (1998), realizada bajo el decálogo del Dogma 95 que exigía realismo y alejarse de las convenciones típicas de Hollywood y la industria, que se vio envuelto en la polémica por haber grabado escenas de sexo real entre los “actores”. La película relataba la historia de un grupo de muchachos que decide encontrar a su “idiota interior” para librarse de las garras del sistema.

A la polémica alrededor de esta cinta, le siguió los pasos «Anticristo» (2009), visceral propuesta protagonizada por William Defoe y Charlotte Gainsbourg, y «Nymphomaniac» (2013). Aunque aquí las escenas fueron realizadas por dobles actores porno y unidas a los cuerpos de los otros actores gracias a la tecnología: lo explícito de las escenas fue suficiente para que ambas sean motivo de discusión en su paso por festivales internacionales.

4. “Soy el mejor director del mundo”

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Luego de ser terriblemente abucheado en el Festival de Cannes del 2009 (cosa, aunque no lo crean, normal en dicho festival) por la presentación de la película «Anticristo», el director no tuve mejor idea que provocar a la crítica autoproclamándose el mejor director del mundo.

¿El motivo? Durante la rueda de prensa, la crítica fue devastadora, a lo que el director, fiel a su estilo, comenzó a bromear con los asistentes. La prensa le preguntaba si había alguna justificación para los excesos de la película, pues su crudeza era demasiada (SPOILER: hay una escena en la que la protagonista se cercena el clítoris con unas tijeras). La respuesta fue clara: “Yo no tengo que justificarme con nadie, trabajo para mí mismo. Ustedes son todos mis invitados, no es al revés”. Aunque los críticos siguieron incesantes, Lars sorteaba respuestas como: “Es la mano de dios la que guía mis proyectos”.

Sin duda alguna estamos ante un director que sabe hacerse el polémico. Para rematar, dijo que la película se la había dedicado al director ruso Tartovsky. “Es un tarado”, replicaría un crítico español, refiriéndose al director danés.

5. El silencio de Bergman

En el 2013 se estrenó la miniserie documental «Trespassing Bergman», en la que diferentes personalidades del cine entre directores, actores, etc, entraban a la mansión del reconocido director sueco para discutir su legado, mientras se narraba un poco de lo que fue su vida e influencia. Se trataba de una invitación a apreciar su colección privada de vídeos y a recorrer su casa.

En un capitulo llamado «Silencio», en donde se narra ese factor en las películas de Bergman, un conmovido y enojado Lars Von Trier, admirador declarado del cineasta sueco, comenta que le escribió centenares de cartas a Bergman haciéndole saber su gran admiración, a lo que el cineasta mantuvo silencio. Lars Von Trier narraría al borde de las lagrimas: “Tuve con Bergman la misma relación que con mi padre. Éste murió cuando tenía 18 años. Mil veces le escribí para hablar con él y jamás me contestó. Hay tantas conversaciones que me hubiera gustado mantener con él. Me molesta su silencio. Le quiero tantísimo. Lo es todo para mí.”

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