discriminación , En Cinta , internacionales , noticias , sociedad Jueves, 17 septiembre 2020

El documental que revela cómo el FBI acosó sistemáticamente a Martin Luther King #TIFF20

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Imagen: Bla

Escribe: Alberto Castro (@mczorro)

El FBI de J. Edgar Hoover estaba tan empecinado en tumbarse el movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos, que empujó una extensa campaña de vigilancia y acoso para dañar la imagen de Martin Luther King.

Para ello compraron a aliados de su entorno cercano y plagaron de micrófonos sus teléfonos, además de seguirlo con cámaras y equipos de vigilancia por todo lugar donde se movía. Pero cuando no encontraron evidencia alguna de acto criminal o cercanía al partido comunista, decidieron sumergirse en su vida privada y meterse en las sábanas del premio Nobel de la Paz de 1964.

“MLK/FBI” es el poderoso documental que Sam Pollard ha presentado en el Festival de Toronto que se lleva a cabo esta semana en una edición virtual. Se trata de una película que revela una inescrupulosa violación de la privacidad y campaña de desprestigio, disfrazada de seguridad nacional. La comodidad del gobierno, el fake news y la segregación, un doloroso cuento aún de todos los días.

Conversamos con el director sobre un documental que seguro seguirá dando que hablar, en un año tan marcado por el movimiento Black Lives Matter y protestas cargadas de impotencia ante infinidad de asesinatos perpetuados contra afroamericanos por agentes del orden.

¿Qué te llevó a retratar a uno de los más importantes símbolos de la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos?

Entre 1987 y 1988, trabajé en una serie de televisión llamada “Eyes on the Prize”, sobre la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos. Cuando me tocó retratar a Martin Luther King, descubrí que no siempre fue querido y aceptado por la sociedad norteamericana. Me interesó mucho esa contradicción entre cómo vemos ahora al personaje y cómo lo veían en ese entonces.

Hay un momento en la película en el que Beverly Gage menciona que se hizo una encuesta de popularidad entre King y J. Edgar Hoover poco después de que se conocieran –la única vez que se vieron-: Hoover era mucho más popular que King. Muchos olvidan eso ahora, porque Hoover es visto como un paria, cuando en ese entonces era un héroe. Así lo veía yo también, siendo un joven afroamericano de 15 o 16 años, porque eso era lo que representaba el FBI en los medios: héroes que golpeaban a los mafiosos y luchaban contra el comunismo.

Siempre va a ser interesante descubrir la historia real detrás de estas organizaciones que se han creado un mito de heroísmo.

MLK 3

Siempre supimos que el FBI espiaba a King. Pero la película se sumerge de lleno en estos archivos clasificados. ¿Cuándo tiempo tomó ordenar estas nuevas revelaciones?

Desde que decidimos hacer la película, entendimos el potencial del material no transcrito. Las primeras entrevistas se hicieron en diciembre del 2017, pero las más importantes –con Beverly Gage, Donna Murch, Clarence Jones y Andy Young- se hicieron a mediados del 2018. El editor empezó su trabajo en noviembre del 2019 y estamos estrenando la película en setiembre del 2020. Para un tipo de documental de mucho material de archivo, creo que ha sido un proceso bastante rápido.

Claro que todo comienza con una decisión tomada en 1992, cuando se decidió que, tras veinticinco años, se harían públicos los documentos confidenciales entregados al comité del Congreso encargado de la investigación de los asesinatos de John F. Kennedy y King.

¿Qué información nueva encontraron en esos archivos recientemente hechos públicos?

Mucho sobre los informantes y qué tan rodeado estaba King en su entorno más íntimo. Siempre supimos que había algunos aliados del movimiento que vendían información a agentes del FBI, pero no pensamos que era algo tan coordinado y extenso en las filas del movimiento. Para que nos hagamos una idea, en la noche que murió, dejaron de pinchar sus teléfonos. Así de adentro estaban en el movimiento.

Al mismo tiempo, tomando en cuenta las motivaciones oscuras de Hoover para espiarlo y desprestigiarlo, no podemos asumir que toda la información recopilada es cierta.

Se documentaron las relaciones extramaritales de King, de forma extensa y bastante innecesaria, para el tipo de investigación que se decía hacer, de seguridad nacional. 

Hay gente que va a querer usar la revelación de que no era un hombre monógamo para dañarlo, pero creo que solo demuestra que era un ser humano, como cualquier otro.

Muy cerca del final de la película, hay una acusación bastante más contundente de violación.

Cuando decidimos hacer la película, tuvimos que conversar sobre si incluir el alegato de violación que aparece en un reporte del FBI. Decidimos no esquivar el tema. ¿Fue King cómplice de lo que sucedió en esa habitación? Pero, ¿qué sucedió realmente en la habitación? Porque se trata de una nota escrita a mano y no existe grabación o transcripción a la que hace referencia. Es la única pista que hay.

¿Y por qué el FBI, si estaba escuchando una supuesta violación, no interrumpió el hecho y arrestó a King en el acto? Entonces quedan abiertas muchas preguntas. Lamentablemente, por la forma en la que el FBI documentó el asunto, no queda nadie vivo que realmente sepa si realmente sucedió algo.

Y en esa línea, el documental quiere resaltar todas las imprecisiones de la investigación, porque el FBI le temía tanto al movimiento por los derechos civiles, que estaba dispuesto a decir lo que sea para destruir la reputación de su principal líder. El documental también quiere pintar las complejidades humanas de King, esa figura indispensable para la lucha por los derechos civiles.

Al final de la película, necesitaba enfatizar que el FBI no era una organización que operaba en la sombra. Tenía el completo apoyo de la Casa Blanca, la cual escuchaba todas las grabaciones. Los comités del Congreso sabían de los audios. Nadie detuvo las grabaciones.

Resulta triste reconocer que la sociedad afroamericana vive en la misma desigualdad hoy que en ese entonces. Y este año, de nuevo, los derechos civiles se colocan delante de la conciencia norteamericana.

Somos un país constantemente luchando con temas de raza, porque se fundó sobre las espaldas de esclavos. Hemos llegado a un punto de quiebre con Donald Trump al mando del país, con el movimiento Black Lives Matter encendido en protestas tras el asesinato de George Floyd y las terribles muertes que siguen sucediendo en todo el país.

Hablar del tema resulta muy oportuno. Me apena decir que seguirá siendo oportuno por un tiempo, porque es endémico que los policías sigan matando a hombres negros en las calles todos los días. Y no es algo que solo suceda bajo administraciones Republicanas, sino también bajo los Demócratas.

A menos que se lleve a cabo una revolución real, vamos a seguir en el mismo ciclo una y otra vez.

MLK 1

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