En Cinta Miércoles, 22 noviembre 2017

¿Cómo está el cine hoy en día? Conversamos con el francés Nicolas Azalbert al respecto

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Entrevista de: Alberto Castro (@mczorro)

¿Cuál es la situación del séptimo arte hoy en día? ¿Qué está pasando con el cine más comercial y con el cine de autor en esta era digital? ¿Qué está pasando con ese cine que se hace para la pantalla chica, muchas veces más arriesgado y adulto que el que se ve en multicines? ¿Cuál es la labor de la crítica en épocas de redes sociales? ¿Y por qué es tan necesaria una Ley de Cine para fortalecer la cinematografía nacional?

Tuve el enorme placer de conversar con el francés Nicolas Azalbert, crítico de cine y miembro del Consejo de Redacción de la revista especializada Cahiers du Cinéma, quien estuvo de paso por nuestro país como invitado del Festival de Cine Europeo de Lima.


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Vivimos un momento muy particular del cine debido a las nuevas tecnologías. Las cámaras digitales, de alguna forma, han democratizado la producción, ya que encontramos cada vez más realizadores de países que no tenían cinematografía. Y los modelos de distribución y exhibición también han cambiado radicalmente, con el jaque del streaming a las salas tradicionales. ¿Qué opinas de la situación del séptimo arte en este momento?

Me parece sorprendente que, con la nuevas tecnologías, no se hagan más películas. Creo que se podrían hacer aún más. Por ejemplo, en Francia ya no emergen jóvenes cineastas que usan sus cámaras y editan películas desde sus propias casas. Lo que sucede con el cine ahora es que, para muchos, lo más importante es la distribución, la llegada a las salas y que su apellido aparezca grande en un afiche. Creo que hay muy poca gente que quiere, realmente, hacer cine. Que necesita expresarse de un modo puramente cinematográfico. Creo que ahora los jóvenes quieren hacer una carrera, tener un oficio, hacer una película cada año y vivir bien de eso. Hoy en día se podría hacer cine sin un mango, pero hay muy poca gente que se atreve a hacerlo.

¿Consideras que la vocación se está perdiendo? ¿Por qué?

El cine tiene mucho que ver con la situación política. Por ejemplo, el cine europeo fue interesante antes del nazismo con el expresionismo alemán y justo después de la Segunda Guerra Mundial con el neorrealismo. Un poco antes del 68’ en Francia y después de la caída del muro de Berlín no pasa estrictamente nada en el cine europeo. Me parece que está muy ligado con lo que sucede políticamente o históricamente en un país. Y las ganas o necesidad de cineastas de filmar lo que sucede y por eso, no es casualidad tampoco, en América Latina aparecen nuevos cineastas muy interesantes.

O el cine iraní.

O el cine iraní, exactamente.

Tal vez estos hechos históricos importantes o quiebres políticos y sociales generan una necesidad de decir cosas.

Sí. Lo viví directamente en Argentina, luego de la crisis del 2002, con el boom del nuevo cine argentino. Los chicos filmaban cada fin de semana con un poco de plata que recuperaban, con amigos, sin pagarles y sin saber si iban a terminar de grabar la película. Hoy en día, los nuevos, los jóvenes, ya saben a qué puerta hay que tocar, a qué fondo extranjero (en Rotterdam, Ibermedia).  Antes de haber escrito el guion, ya saben cómo financiar una película.

En Hollywood vemos muchos de estos proyectos con título y fecha de estreno programadas, pero sin guion o directores confirmados. ¿Cómo ves ese cine más industrial, abocado a vender entradas?

Me parece que atraviesa un momento de ausencia total de imaginación. Hacen solamente remakes o copias. Hacen un remake de una película extrajera o hacen el episodio 6 de una saga. Tienen muchos problemas de historias y de guiones.

¿Hay nombres que sí te atraen del cine más industrial?

Directores como M. Night Shyamalan o James Cameron. Siempre me parecieron interesantes Cronenberg, Lynch, aunque no sean Hollywood precisamente. Siento que ahora la mayoría son películas para niños: antes había un poco más de producción para adultos, pero ahora todo apunta a la mente de adolescentes.

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Para muchos críticos de cine, el Episodio 8 de la nueva temporada de «Twin Peaks» es la mejor película del año. Sí, el mejor cine ahora lo encontramos en las series de televisión.

Los multicines ahora se abocan a los grandes espectáculos, a la familia, mientras que tal vez el cine más adulto (y sus directores, tipo Scorsese o Lynch) se están mudando a la televisión.

El caso de Lynch es muy interesante. Me parece que la última temporada de “Twin Peaks” es una genialidad. Y que encontró en la televisión una manera de expresarse que le convenía más que una película estándar de 2 horas y media. Hace poco tiempo que me interesé por las series y hay cosas muy interesantes. Antes las series copiaban cosas del cine y ahora es al revés: es el cine que copia cosas de las series. En términos de estructuras y narrativas, también de psicologías de los personajes. Y es cierto que en una temporada de 10 capítulos de 45 minutos cada uno se puede desarrollar o darle una psicología mucho más compleja a un personaje que en dos horas y media. Al final no me molesta el formato, sino descubrir dónde hay cine: cada vez hay menos cine en las películas y más cine en la televisión.

¿Cómo ha cambiado la crítica de cine en esta época de Twitter y de redes sociales?

Yo solo utilizo Internet para mandar correos y no leo crítica en general por ahí. Es porque me molesta leer en una computadora, no digo que no haya contenido interesante, solo que no puedo leer textos largos desde una pantalla. No tengo nada en contra de la democracia que ofrecen las redes sociales, pero creo que ahora cualquier persona cree que puede escribir sobre cine. Al final, le hace mal a la crítica. Hay una frase de  Francois Truffaut que me gusta: “Cada uno tiene dos trabajo: el suyo y el de crítico de cine”. Pero ahora con todos los blogs cada uno puede opinar sobre una película: pero el trabajo de un crítico no es expresar una opinión, ya que todo el mundo puede decir que le gustó o no una película, que la historia es buena o la fotografía es linda. Pero eso no es una crítica de cine. Y los blogs propagan esa idea.

¿Qué es una crítica de cine?

Es un texto que analiza cómo una película se expresa de manera puramente cinematográfica. Porque hay que hacerle entender a la gente que la historia de una película no es tan importante. Lo que importa es el tratamiento cinematográfico: de manera espacial, a través de una puesta en escena; o temporal, con la edición. Una película es solamente cine, porque no es una novela, no es una pieza radiofónica. Y a través de eso se expresa un punto de vista, una mirada sobre el mundo. Cada uno puede decir, dialogar, expresar, con su propia mirada del mundo. La crítica debe hablar de eso.

Es interesante lo que mencionas sobre la poca importancia de la historia, ya que el marketing ha hecho que los espectadores se preocupen en exceso de lo que se cuenta en una película o serie y los spoilers.

A mí siempre me pasa. Cuando la gente habla sobre una película y me dice que no me contará el final, le digo que por favor me cuente el final, porque a mí no me importa, veré la película igual. Estuve en Bogotá como parte del comité evaluador del Fondo de Desarrollo Colombiano y se habló justamente de eso, del guion, de la verosimilitud. Se les pide a los directores que resuman o sinteticen una película en una frase, lo que me parece absurdo. Una película debe ser mucho más compleja que una frase o una idea, o hasta un guion: no es una sola idea.

En nuestro país, se dice mucho que tenemos un problema de malos guiones. Que puede ser verdad, pero creo que es mucho más que eso.

Muy a menudo se dice que tal país tiene problemas de guion, que no saben escribir guiones. La escritura no es solo de las historias en papel, la escritura debe ser cinematográfica. Una película como “Husbands” de Casavettes tal vez tiene un problema de guion, pero es cine puro.

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El proyecto de Ley de Cine y Audiovisual Peruano fue aprobado por la Comisión de Cultura del Congreso hace una semana. Ahora se discutirá en el Pleno.

¿Y qué sabes del cine peruano?

Vi algunas películas que se estrenaron en festivales internacionales o en salas en Francia, como las películas de Claudia Llosa, de los hermanos Vega, la de Adrián Saba, “Magallanes” de Salvador del Solar y las dos de Josué Mendéz: “Días de Santiago” y “Dioses”.

Es todavía un cine sin mucha continuidad. Y estamos en un momento importante, porque se está debatiendo una nueva Ley de Cine.

Eso es fundamental. Hay que ver solo los ejemplos de Argentina y de Colombia. Colombia en el 2003 producía algo de 3 películas al año y el año pasado produjeron 41 películas. Y no solo hablemos de cantidad, pero son películas muy interesantes, que van a festivales internacionales y ganan premios. El sistema permitió la recaudación de las entradas para producir cine nacional. Películas muy comerciales que permiten ayudar al financiamiento de películas más independientes. Eso es fundamental.

El Perú sigue creciendo, pero aún la mayoría no entiende por qué se debe invertir en cultura.

Me acuerdo de un amigo cineasta guatemalteco, Jayro Bustamante, que necesitaba dinero para hacer “Ixcanul” y fue a ver al Ministro de Turismo del país. Él le dijo que no, que lo sentía, que estaba bien su película pero prefería invertir ese dinero en Air France y tener más acuerdos, para que así vayan más turistas franceses. Y al final, es obvio que la película hizo mucho más para el país y su turismo que toda la plata que pusieron para traer a turistas franceses con la compañía de aviación francesa. El cine es como un embajador para un país, le da mayor visibilidad. Gracias a esa película. mucha gente escuchó por primera vez sobre Guatemala. Poder apreciar los paisajes, cosas muy básicas, para un país que no tiene representación, es fundamental, cambia todo.

Para terminar, ¿qué películas te han remecido recientemente?

Este año, la nueva temporada de “Twin Peaks” de David Lynch, me parece increíble: el capítulo 8 fue algo nunca antes visto en la televisión. Este año me gustó mucho la argentina “La vendedora de fósforos” de Alejo Moguillansky, y en general todo lo que hace la productora El Pampero Cine. Pero creo que “Historias extraordinarias” fue el último gran choque para mí.

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