«The OA» es la nueva serie scifi de Netflix que prometía una cosa, pero que entrega algo aún más emocionante

Escribe: Rubens Juárez (@rubensyyo)

Netflix reveló muy poco sobre «The OA», su nueva serie original, antes de su estreno. Solo se sabía que Brad Pitt era productor ejecutivo a través de su empresa Plan B Entertainment y que dos engreídos de Sundance estarían detrás de la idea original del proyecto: Brit Marling (actriz y guionista) y Zal Batmanglij, responsables de películas como «The East» (2013), «Sound of my Voice» (2011) y «Another Earth» (2011).

El canal de streaming fue coherente con el espíritu independiente de la serie y su estrategia de comunicación fue tan recatada que solo hasta este lunes 12 de diciembre se pudieron ver las primeras imágenes de la serie, la cual se estrenó tan solo cuatro días después. Llegado el día y finalizada la maratón, muchos se han levantado de sus sillas: algunos a maldecir las horas que creen desperdiciadas y otros (como yo) nos hemos levantado a aplaudir entre lágrimas.

La historia

«The OA» ha sido comparada con «Stranger Things», pero en el fondo es tanto más compleja que solo podría ser parte de su mundo Upside Down.

Enfrentarse a una serie (o a una película) sin saber mucho de ella es como enfrentarse a la vida: un paso a la vez. Con «The OA» había que hacer ese ejercicio, porque el tráiler no dice mucho y su sinopsis tampoco.

Netflix solo nos contó que la serie trataba de Prairie, una joven ciega que estuvo desaparecida durante siete años y que, cuando regresa, su ceguera ha desaparecido. Con esta premisa debemos comenzar un viaje que no hace más que desmentir lo poco que creíamos saber. «The OA» es tantas cosas, MENOS la historia de una mujer que recupera la vista. Por eso, debo revelar un poco más de lo que debería, porque sino este artículo se volvería imposible.

Sin caer en spoilers escandalosos, les adelanto que Prairie decide contarle su odisea solo a 5 personas, quienes, sin darse cuenta, asistirán a un proceso de sanación que también los ayudará a sobrellevar su propia vida. Quizá esto suena mucho menos atractivo (desde el punto de vista de la ciencia ficción), pero esto sí es «The OA». Aunque, a partir de este punto, la historia avanza por caminos tan oscuros que resulta casi imposible salir de la incógnita. Incógnita que no revelaré en este artículo, porque a la serie hay que llegar lo más casto posible. Lo que sí puedo decir es que habla de un dolor increíble, de cosas que no se pueden cambiar, de la resiliencia, de vida y la muerte, pero sobre todo, «The OA» es una historia de salvación a través de la conexión entre las personas.

Los personajes

Lo que cimenta la extrañísima narración son los personajes. Ineludiblemente, Brit Marling es la que se lleva el protagonismo absoluto, por su magnífica actuación y porque es ella el único prisma por el cual nos enteramos de su dolorosa travesía. Tal como sus 5 invitados, nosotros también asistimos a una cita con Prairie, donde lo único que podemos hacer es escuchar, y creer sin opción a réplica. He aquí el parecido más grande con la película «Sound Of my Voice», donde una mujer que decía venir del futuro lideraba una especie de secta. De algún modo, Prairie lidera algo parecido, sobre todo con nosotros.

En los escasos minutos donde la serie se despega de Prairie, conocemos a los 5 invitados en su mundo de imposibles. Cada uno de ellos con una gran necesidad de sentirse importante y, por lo mismo, ansiosos de ser parte de algo realmente grande. Si bien se dan pocas pinceladas de la vida de cada uno, son suficientes para amarlos (no para conocerlos). Aunque quizá lo hacemos simplemente porque anhelamos estar en su lugar y haber sido elegidos por Prairie; porque “todos queremos ser especiales”. Sea como sea, los personajes terminan siendo lo suficientemente potentes como para soportar el desenlace de la historia. Que, como suele suceder con los guiones de Marling, es la verdadera y suprema razón de todo.

La nueva televisión

«The OA» termina de confirmar que hoy se puede hacer todo en la televisión. Desde pasar por alto lo más formal de lo formal, como atreverse a poner los créditos iniciales en el minuto 57 de los 70 de la duración final; hasta tener capítulos de más de una hora y tener otros de 40 minutos, e incluso uno de 31 minutos.

Pero donde rompe esquemas realmente es en la historia que nos quiere contar. Porque primero nos engaña con algo, luego nos cuenta otra cosa, cuando estamos ya inmersos (y sufriendo), nos recuerda que estamos viendo (supuestamente) ciencia ficción y nos muestra que lo más crucial de todo es lo más inverosímil que nos han contado jamás; pero como el amor es irracional, seguimos viendo hasta el final. Y felizmente nos quedamos, porque es el final el que nunca vamos a olvidar. Aunque no nos haya gustado la serie, las emociones que recorren nuestro cuerpo durante estos 10 últimos minutos es lo más real e irrefutable que «The OA» deja con nosotros.

¡¡¡¡Ese final!!!!

Un final intrépido y divisivo corona la misteriosa serie de Netflix.

Para mi, una serie es la posibilidad de multiplicar por mil esa sensación de éxtasis que te asalta al momento de terminar de ver una buena película. Por eso, suelo devorar las series de un solo bocado. El capítulo final de «The OA» no nos da las respuestas que buscábamos, más bien es el punto de quiebre que da lugar a sus detractores. Sin embargo, lo que sí hace es cumplir con llevar al punto de ebullición todos esos sentimientos que hemos acumulado hasta ese instante, donde todo cae en su lugar. Nos guste o no cuál sea ese lugar.

La segunda temporada

La serie ha sido concebida para tener por lo menos una temporada más. Según Marling, esta temporada tiene muchas pistas ocultas, que muy pocos van a pillar. Asegura que la historia macro es mucho más de lo que la primera temporada revela.

Nos toca esperar a ver cómo reaccionan los espectadores con esta serie que Netflix guardó en secreto hasta el último minuto. Un as bajo la manga que podría y debería crecer en espectadores gracias al boca a boca y a la positiva respuesta que está recibiendo de la crítica. Personalmente ansío ver y escuchar (y bailar) nuevamente a este entrañable grupo de personajes, pero temo que sea innecesario ir en busca de respuestas satisfactorias y que todo lo que venga arruine un final, en mi opinión, perfecto.