“Lovesick” es una gran serie de comedia y romance que te estás perdiendo

Escribe: Rubens Juárez (@rubensyyo)

Pocos han hablado de esta serie cuya segunda temporada acaba de ser publicada en Netflix. Y lo entiendo, porque yo también soy uno de esos que le huyen a las comedias románticas; pero existen esas grandes excepciones que me hacen salir de mi zona de confort. Siendo estrictos, no odio el género, ni mucho menos la temática (mi película favorita es «Before Sunset»), pero odio el facilismo en el que se ha caído últimamente en este tipo de historias, sobre todo en la pantalla grande. Pero como siempre, las series ahí están para darle más vueltas a la tuerca.

Netflix al rescate

«Lovesick» no es una idea original de Netflix, sino que es una sitcom de episodios de media hora rescatada del canal británico Channel 4. Eso es una buena señal, ya que Channel 4 es hoy en día uno de los generadores de contenido más interesante del medio. Son los mismos responsables de «Black Mirror», «Utopia», «Humans», «The IT Crowd», «Banana», entre otras genialidades.

Lo curioso es que esta comedia romántica nació con otro nombre: «The Scrotal Recall», un nombre que quizá fue el responsable de la baja audiencia de su primera temporada de 6 episodios. Quizá porque el nombre apunta a una serie más ácida de lo que realmente es. A pesar de eso, Netflix ha visto en el trabajo de Tom Edge algo con lo que se identifica la cadena y no se han resistido a adquirir los derechos y pedir una segunda temporada de ocho episodios. Pero claro, había que cambiarle el nombre.

¿Qué propone?

“Lovesick” nos cuenta la historia de Dylan, un joven que descubre que tiene clamidia y que debe llamar a todas sus parejas sexuales para advertirles sobre una posible infección. Bajo esta excusa, la serie viaja constantemente en el tiempo buscando el momento de cada encuentro amoroso. Todos los episodios llevan el nombre de una de sus parejas, y aunque pareciera contarnos sobre la fallida relación con cada una de ellas, realmente nos hace testigo de su amor no confeso por Evie, su mejor amiga. Lo acompaña también Luke, el guapísimo galán que no sabe de compromisos y Angus el menos atractivo del grupo, que siempre está atrapado en alguna relación tormentosa.

Pero más allá de la propuesta narrativa, “Lovesick” funciona por sus personajes. Cada uno de ellos se gana tu corazón con pocos minutos en pantalla, lo que es fundamental para una serie con tan solo veinte minutos de duración por episodio. Johnny Flynn, proagonista de la serie, es demasiado carismático para ser verdad y aunque odiamos de vez en cuando a Antonia Thomas, quien interpreta a Evie, todo es parte del juego.

Es muy fácil conectarse con cada elemento de la serie, pero sobre todo es fácil conectar con lo que sucede. Nos hace recordar viejos amores y nos hace reírnos de nuestros viejos dramas. “Lovesick” es ligera pero entrañable, deliciosa de ver.

La segunda temporada

Netflix acaba de subir la segunda entrega de 8 episodios. Vistos todos de golpe, me deja una sonrisa a medias. No porque sea decepcionante (aunque ha perdido un poco el foco en la excusa inicial de buscar las relaciones fallidas de Dylan), sino porque nuevamente nos vemos en ese abismo de incertidumbre en el que no se sabe si Netflix ordenará o no una nueva temporada, decisión que afectará nuestros corazoncitos irremediablemente.

La historia enamora nuevamente e introduce un par de personajes que son un gran acierto. Sigue siendo graciosa, sigue siendo soñadora y te la sigues perdiendo. Dale una oportunidad: te aseguro que serán veinte minutos bien invertidos, si es que no sigues de largo y la devoras por entero. Entonces sentirás ese vacío que se siente después de llegar al fondo del pote de helado.