El Proyecto Quipu es un documental transmedia sobre las esterilizaciones forzadas que tienes que ver

Imagen: Proyecto Quipu.

Escribe: Alberto Castro (@mczorro)

«Con muchísima arrogancia pensaron que las mujeres indígenas no se iban a atrever a hablar.
Pero les salió mal el cálculo, hablaron» – Giulia Tamayo

El pasado jueves 10 de diciembre, en plena celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos, se presentó el Proyecto Quipu, un documental transmedia, participativo e interactivo que recoge las historias de los afectados y afectadas por las esterilizaciones forzadas que se llevaron a cabo en nuestro país en los 90s como parte del Programa Nacional de Planificación Familiar y Salud Reproductiva impulsado por el gobierno de Alberto Fujimori, el cual afectó sobre todo a las comunidades indígenas, rurales y empobrecidas.

Luego de que hace tan solo un mes el Presidente Ollanta Humala declarara «de interés nacional la atención prioritaria a las víctimas de la esterilización forzada producida entre 1995 – 2001 y hacer el registro correspondiente», este proyecto debería servir para encaminarnos hacia ese proceso de reconocimiento y reparación de estos hechos. Son casi 300 mil los casos de mujeres y 22 mil de hombres que fueron esterilizados sin su consentimiento y por lo menos 17 de ellos murieron.

Rosemarie Lerner y María Court, responsables del proyecto, comentan en su blog:

El Proyecto Quipu nació como una reacción a las esterilizaciones y el sufrimiento humano que éstas han producido. Hubiera sido fácil hacer un documental tradicional sobre el caso. Pero queríamos conseguir algo más significativo: algo que pudiera beneficiar activamente la campaña por justicia. Desde el comienzo, desarrollamos el Proyecto Quipu en colaboración con las personas que fueron esterilizadas en Perú. Ellos son nuestros socios, en un proyecto creado con ellos, no para ellos. Es este acercamiento el que ha generado una estructura única del proyecto. Una combinación de una línea de teléfono de baja tecnología y una interfase digital de alta tecnología, ha permitido que el Proyecto Quipu acceda a comunidades política, geográfica y digitalmente marginalizadas, para que cuenten sus historias alrededor del mundo usando el internet.

Y para ello se ha utilizado la figura del QUIPU, aquel sistema inca que guardaba información a través de cuerdas y nudos, como una memoria física:

Elegimos el quipu como símbolo de este proyecto, ya que también buscamos recoger información oral que active nuestra memoria colectiva y ayude a prevenir que las esterilizaciones forzadas sean olvidadas. La estructura del quipu es también la inspiración para la forma en que presentaremos la información recolectada: cada testimonio es una cuerda, cada respuesta un nudo.

Se trata de un proyecto que, en palabras de las realizadores, «no es que busque dar una voz a las víctimas, sino impulsar una que ya existe». A través de la página web del proyecto (www.proyectoquipu.com) y una línea telefónica gratuita (0800-71011) el documental invita tanto a actores como a espectadores a compartir sus historias: no solo se trata de una línea desde la cual las víctimas pueden grabar testimonios, sino que uno puede escuchar las historias y dejar mensajes de apoyo que luego podrán escuchar sus protagonistas. Por cierto, todos los testimonios (y mensajes de apoyo) son traducidos al quechua, español e inglés. Hasta el momento se han recogido 150 testimonios en una primera etapa que ha durado 3 años:

El Proyecto Quipu es un experimento, un documental vivo, una historia que continúa creciendo y transformándose después de haber sido lanzado online. Este acercamiento permite que la historia emerja orgánicamente y se continúe contando por sí misma, mientras los contribuidores y personas alrededor del mundo se escuchan y responden entre ellos. Esta estructura con final abierto también reflexiona sobre una historia que sigue sin final hasta que se consiga justicia.

Y es que por encima del proceso legal que sigue en curso, este proyecto de documental persigue la verdad, de la mano de un trabajo en conjunto con las comunidades afectadas: al final se trata también de un proceso de reconocimiento y construcción de historias e identidades.

Es interesante resaltar esta nueva estructura dentro del formato documental al cual estamos acostumbrados: atrás quedó aquella película de inicio y fin, con argumentos que apuntan hacia una conclusión única. Las nuevas tecnologías (tanto la posibilidad de grabación digital como el internet y sus nuevas plataformas) han permitido el surgimiento de nuevas y más complejas narrativas. El Proyecto Quipu se estrenó en el marco del último Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam (el más importante del género) precisamente por ello, por ese documental vivo cuya forma cada uno de sus actores construye en tiempo real. No solo se trata de un esfuerzo valiente, sino de un proyecto ambicioso dentro de sus posibilidades narrativas, y eso hay que aplaudirlo.