En Cinta Domingo, 29 mayo 2016

Esto es todo lo que necesitas saber sobre «Sebastián», película del chiclayano Carlos Ciurlizza

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Imagen: Difusión

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Entrevista de: Alberto Castro (@mczorro)

«Sebastián» es una película del chiclayano Carlos Ciurlizza que se estrena en nuestro país este jueves 2 de junio, en cines de Lima, Piura, Trujillo, Chiclayo, Arequipa, Cusco y Pucallpa. Se trata de la historia de un hombre que regresa a su tierra natal después de vivir muchos años en el extranjero, ya que su madre ha caído enferma: a su llegada volverá a chocarse con una sociedad, amigos y familiares que lo recuerdan como un hombre diferente al que es ahora, que lo rechaza por ser homosexual.

El mismo Ciurlizza escribe, dirige y protagoniza esta película, al lado de Cristhian Esquivel, Myriam Reátegui, Katerina D’Onofrio, Haydeé Cáceres, la participación especial de la cantante Eva Ayllón y del norteamericano Burt Grinstead. La cinta ya lo ha llevado hasta el Festival de Busan en Corea del Sur, donde compitió en la sección Flash Forward; se paseó por el Festival de Montreal, donde tuvo un muy buen recibimiento; así por el Outfest de Los Ángeles, donde se llevó el premio al Mejor Guion.

Con esas credenciales, la cinta por fin llega a nuestra cartelera (está lista desde el 2014) y por eso me animé a conversar con Ciurlizza sobre todo aquello que lo ata a la historia (él mismo es un actor chiclayano, pero que vive en Los Ángeles desde hace 12 años), sobre la situación de la población LGTB en nuestro país y si afectó a su rodaje, así como el proceso de estrenar su película comercialmente.

Imagen: Difusión

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¿Qué es lo que te motiva a escribir una película como «Sebastián»? Tengo entendido que nace de una inquietud muy personal.

En la época en la que escribí «Sebastián», estaba lidiando con salir del closet. Era un momento que me pedía hacer un proyecto más visceral, más cercano a mí, más personal. Un día se me vino a la cabeza la escena de una pelea entre esposos y esa es como la semilla: esa fue la primera escena que escribí, la pelea entre ambos protagonistas, de ahí construí todo el resto del guión. Lo terminé en 25 días, en octubre del 2012.

Si bien no se trata de algo autobiográfico, hay muchas coincidencias con el personaje principal: ambos viven fuera del país y se reencuentran con su ciudad natal. ¿Qué tanto hay de ti?

No es que yo haya vivido todo lo que sucede en la película, tal vez el 40%. Pero, por ejemplo, a mi mamá también le dio un derrame hace 7 años o tuve un problema con una ex-enamorada. Claro que yo no estuve a punto de casarme. No es mi vida tal cual, pero creo que cogí algunas semillas de mi vida y construí ficción encima, como cualquier guionista. Además creo que mi vida no es tan interesante como para hacerla una película de dos horas. (Risas).

¿Siempre supiste que ibas a protagonizar la película?

Eso lo sabía desde siempre. Yo vivo de la actuación en Los Ángeles, tengo una carrera como actor. Pero sentía que no había tenido ese papel que me permitiera mostrar hasta dónde podía llegar como actor. Yo sentía que por ser latino, por hablar inglés con acento, no había tenido esa oportunidad. Y estaba un poco agotado de audicionar siempre para lo mismo: el pandillero, el vendedor de drogas, el inmigrante. Me di cuenta que no era culpa de mi agente, sino que el problema es que no se escriben papeles protagónicos para latinos.

Imagen: Difusión

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Entendí muy claramente que si yo no me escribía ese papel, el momento no iba a llegar. Es algo como lo que cuenta Xavier Dolan (director y actor canadiense): él de joven tenía muchísimo trabajo y era la cara de un montón de productos; pero mientras se hacía mayor se quedó medio bajito, no creció tanto como sus compañeros actores de la misma generación. Y se dio cuenta que si él no escribía papeles para dárselos a sí mismo, nunca iba a llegar. Y ahora míralo: acaba de presentar su sexta película en competencia en Cannes, con un elenco alucinante.

Tú vives en Los Ángeles desde hace 12 años, pero eres originario de Chiclayo. ¿Cómo fue ese regreso a tu ciudad natal para grabar una película?

Ha sido una montaña rusa de emociones. Por ejemplo, mi mamá siempre me decía que estaba contenta de lo hacía, pero siempre era a la distancia porque tenía que verlo en internet. Mi mamá ha sido jueza en la corte de Chiclayo, mi hermano y mi hermana son abogados. Y sentía que no habían podido disfrutar del mundo que yo había escogido. Entonces el hecho venir a filmar aquí y ver desde la esquina de mi ojo a mi madre que me veía trabajando, ha sido el mejor regalo.

Yo soy de Chiclayo, nací ahí. Pero el poder filmar también en Ferreñafe, regresar a las raíces de mi madre y mi abuela, ha sido la mejor decisión que he tomado. Creo que cuando filmaba sentía la energía de mi abuela, que me protegía.

¿Fue complicado grabar una película como «Sebastián» en nuestro país, considerando el rechazo que aún tiene el tema? ¿Generó algún problema durante el rodaje?

No, porque nunca hablamos de la temática a la hora de conseguir locaciones o cosas así. No porque fuera algo malo, sino porque quería proteger a mi equipo y a mis actores. No quería que estuviera en la boca de todo el mundo, o que estuviéramos grabando y se pusieran a gritarnos cosas. Ojo, no es porque piense que la gente de Ferreñafe sea mala, pero es que la gente odia mucho aquello que desconoce.

Imagen: Difusión

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Me parece interesante cómo lo dices, eso de ‘proteger a tu equipo de producción’. ¿Sientes que un homosexual todavía debe protegerse en un país como el nuestro?

Sí, yo creo que sí. Hay mucho desconocimiento, hay mucha ignorancia, mucho prejuicio. No estoy hablando mal de la gente maravillosa de Ferreñafe, pero sí sentía que tenía que proteger la paz de esta filmación.

No te pregunto solo por Ferrañafe, sino en general por el país.

Definitivamente. El trailer se presentó en exclusiva en la página de Facebook de El Comercio; cuando empezamos a leer los comentarios que dejaban, me sorprendí muchísimo, me quedé sin palabras. Me sorprendía que en el 2016 pudieran haber comentarios con tanto odio, con tanta violencia y tanta agresividad. No me lo creía. Y eso que están viendo el trailer de una ficción. Hasta terruco me dijeron por ahí, o que hacía cine pro-gays. Nos falta avanzar mucho, hay mucho por hacer.

Y justo de eso quiere hablar tu película, de un personaje que que se choca con el rechazo de amigos y familiares que lo conocían ‘de otra forma’. ¿Crees que «Sebastián» puede servir como denuncia o crítica? 

No sé si denuncia. Yo nunca me senté a escribir la película pensando: ‘esto será coyuntural en el 2016, tengo que escribirla ahorita en el 2012’. Yo solo quería hablar de esas cosas que estaban ahogándome. Que ahora nos encontremos en medio de una tormenta coyuntural, fue completamente al azar. Lo que yo busco con «Sebastián» es conectar, como todo artista; y de repente ayudar un poquito. Pero tampoco creo que pueda cambiar el mundo.

Imagen: Difusión

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Pero igual debes tener la esperanza de que «Sebastián» genere algún tipo de impacto o reflexión.

Mi única meta, que ojalá se logre, es provocar conversaciones. Que la gente vea a Sebastián, el protagonista, y piense que es un hombre más como cualquiera, que ríe, llora, se enamora, se equivoca, paga sus impuestos y cumple con las leyes. Que sea gay no lo hace diferente a cualquiera. Yo creo mucho en el poder de las imágenes: cuando uno se refleja en el otro puede entenderlo. La gente se va a dar cuenta que podría ser como él. Aún son muy pocas las producciones peruanas que tocan el tema, comparando con Argentina, México o Chile.

Ahora se explora mucho más la temática a nivel mundial.

Incluso el cine de temática gay de ahora no es el mismo que el de hace 20 o 15 años. Ahora los actores de ‘prestigio’ se mueren por hacer una película de temática, sobre todo porque ahora se escriben cada vez mejores guiones sobre el tema.

Lo interesante de estas películas que se hacen en todo el mundo es que ya superaron las historias de salir del closet. Tenemos «Love is Strange” con Alfred Molina y John Lightgow, que nos muestra a una pareja de esposos que no tiene plata para pagar su departamento. Otra película que me encanta, del mismo director Ira Sachs , «Keep the Lights On», nos habla de un problema de adicción a las drogas y no tiene absolutamente nada que ver con salir del closet. Ahora tenemos una película como «No Sin Ella» (Freeheld) con Julianne Moore y Ellen Page, cuya historia está basada en un documental que es increíble. «Carol» es para mí la mejor película del año.

Estamos en una época en la que ya se habla de un próximo personaje gay en «Star Wars». Hemos llegado a ese momento en el que los estudios están un poco más abiertos a incluir personajes homosexuales en sus películas. Lentamente, pero por ahí vamos.

Todavía falta mucho. Los estudios hacen productos para heterosexuales entre 18 y 25 años, ahí está su nicho fuerte. Tampoco es que quiera juzgar: yo soy un tipo que hace cine independiente, pero no odio el cine comercial. También soy del que paga su entrada para ver estas películas y se divierte. A veces uno trabaja de lunes a sábado y quiere ver una película que lo haga reír. Pero yo también quiero hablar de otras cosas.

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Tenías la película lista desde el 2014, cuando la presentaste en competencia en el Festival de Busan. ¿Ha sido difícil estrenar comercialmente «Sebastián» por aquí?

Creo que tratar de estrenar de frente por aquí iba a ser difícil. Primero, porque soy totalmente primerizo, en todo. Hay muchas cosas que desconocía del medio, de cómo entrar. Aparte de que no tengo un nombre en el cine, es difícil que te hagan caso. Entendí que primero teníamos que ir hacia fuera para probar si el producto realmente conectaba y de ahí ver qué pasaba. Fuera de los premios, estoy contento de que mucha gente de Corea, México, Suiza, Canadá, Estados Unidos y Santo Domingo la hayan visto y se conectaran con una historia que yo pensaba que era completamente de Ferrañafe, completamente norteña. Sentí que no solo se conectaban con la temática, sino también con la relación de la madre y el hijo, que es completamente universal. Nuestros padres envejecen y nosotros empezamos a ser los que los cuidan y eso no se puede evitar. El tiempo pasa.

Había una distribuidora grande que mostraba algo de interés por la película, pero no sentía que realmente entraran con amor al producto. Así que decidí acercarme directamente a las cadenas de cine a presentarles la película, que era mi única carta de presentación. Nuestra suerte cambió cuando la dueña de UVK, Mónica Ubillús, vio la película y la amó. Ella misma fue la que nos ayudó a hablar con las otras cadenas de cine, levantó el teléfono por nosotros. No sé por qué lo hizo, pero todo esto debo agradecérselo.

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