cine , En Cinta Martes, 8 marzo 2016

¿Cómo trata el cine peruano a las mujeres? Estas productoras, directoras y actrices nos lo cuentan

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Imagen: Absolut

Claudia Llosa es la directora que le ha traído a nuestro país el premio internacional más importante: el Oso de Oro del Festival de Berlín. También consiguió nuestra primera nominación al Oscar. Imagen: Absolut

Escribe: Kathy Subirana* (@Catalina_)

El balance de la presentación de proyectos al Concurso Nacional de Largometrajes 2015 organizado por el Ministerio de Cultura (MinCul), dio una medida de la participación de las mujeres en la cinematografía nacional: de 73 proyectos de películas, solo cinco fueron presentados por mujeres.

El resultado del Concurso de Largometrajes no dio como ganadora a ninguna mujer (seguramente el resultado no tiene nada que ver con el género; no es una crítica, solo exponemos lo sucedido), mientras que en el Concurso de Documentales dos de los tres premios se los llevaron mujeres. En el Concurso de Formación Cinematográfica los premios se repartieron para cuatro mujeres y cuatro hombres.

No hay estadísticas oficiales de la participación de mujeres en la producción cinematográfica peruana, pero sí hay espacios que las mujeres hemos ido ocupando dentro de los diversos campos que requiere la realización de un producto audiovisual. La cineasta Rosario García Montero en una entrevista a La Opinión de Málaga, dijo: “la mayor parte del cine peruano actual está hecho por mujeres”. ¿Es cierto eso?

De alguna forma, sí.

Imagen: Austin Chronicle

Marianela Vega es responsable de «Conversaciones», una de las cintas peruanas más representativas de los últimos 20 años según Ricardo Bedoya. Imagen: Austin Chronicle

Ricardo Bedoya, reconocido crítico cinematográfico, reconoce entre las mejores producciones de este siglo el trabajo de dos mujeres: «Madeinusa», de Claudia Llosa y «Conversaciones», de Marianela Vega.

Si revisamos el catálogo de cine peruano 2013 – 2014, encontramos nombres recurrentes de mujeres que se han hecho un nombre y que están buscando (o ya encontraron) su lugar en el campo cinematográfico. Está Rosa María Oliart en la dirección de sonido, Carolina Denegri en la producción, Ani Alva en la producción, arte y dirección o Joanna Lombardi.

Entonces, por el Día de la Mujer, buscamos la palabra de las involucradas en distintos campos de la producción del cine peruano para tener un mejor panorama de cuánto espacio le da la industria peruana a las mujeres, cómo es ese espacio y con qué estereotipos se deben batallar. Porque batallas por ganar, aún hay muchas. Aquí sus testimonios.

Liliana Trujillo (actriz)

Imagen: Facebook

Liliana Trujillo ha participado en películas como «Paloma de Papel», «Mariposa Negra», «Magallanes» y «Rosa Chumbe», su primer protagónico. Imagen: Facebook

Las condiciones  del cine peruano no son las favorables ni para hombres ni para mujeres. Desde el Estado no hay una política de apoyo consistente a la creación, producción y distribución de filmes. Por otro lado, no existe un gremio unido. Solo esfuerzos individuales.  Pero creo que el espacio está para ser tomado. Cada quien busca su área de desarrollo y empieza a perfeccionarse en él. En últimas producciones, he encontrado a compañeras en el área de luces y manejo/alquiler de equipos (Natalia Grande, Madeleyne Acosta, Grecia Avilés). A productoras como Ina Mayusín  que está desarrollando proyectos importantes en la selva.

Hasta hace algunos años, eran muy pocos los guiones que desarrollaban personajes femeninos sólidos; sin embargo, actualmente, sí existe un avance en cuanto a la dimensión e importancia de la mujer y su universo en las historias. Las directoras y guionistas como Gabriela Yepes, Enrica Pérez, Rosario García-Montero lo reflejan.

¿Un personaje femenino que sea uno de tus favoritos en el cine mundial y uno en el cine nacional?

Es muy difícil escoger un solo personaje. «Dolores Claiborne» sería un favorito porque todo es muy contenido, muy íntimo, muy huracanado, pero quieto. Esa contradicción me encanta. Los procesos que tiene Kathy Bates al enterarse del abuso de su hija, cuando planea deshacerse de su pareja, cuando se relaciona con Jennifer Jason Leigh, con Judy Parfitt, etc. Un personaje del cine nacional : Celina de «Magallanes». Tiene una complejidad retadora. La carga dramática contrasta con la aparente fragilidad física y ternura.

Tatiana Astengo (actriz)

Imagen: Dynamo

Tatiana Astengo ha tenido roles en películas como «El Destino no Tiene Favoritos», «Contracorriente» y «Magallanes». Imagen: Dynamo

Me molesta que se «festeje» el 8 de marzo. Ser mujer no es nada especial como para que te feliciten, somos un poco más del 51% de la población.  El 8 de marzo es una fecha para reivindicar la igualdad de las mujeres en el mundo: si no existieran desigualdades, no lo mencionaríamos. El 8 de marzo es una fecha para recordar todo lo que hemos caminado y todo lo que nos queda por recorrer por la igualdad. Así que no nos feliciten por ser luchadoras. La mejor forma de sumarse al 8 de marzo es defendiendo los derechos humanos,visibilizando  las desigualdades.

Hablando del cine, en general no hay mucho espacio para contar historias sobre mujeres, mujeres de verdad. Supongo que es porque tenemos en su mayoría a hombres directores que tienen otros tipos de intereses y por lo tanto lo que necesitan contar no suele coincidir con historias femeninas. Por lo tanto el espacio debemos buscarlo nosotras mismas. Dirigir y actuar historias que nos den posibilidad de crecer y ahondar en ese mundo maravilloso y complejo femenino.

Lamentablemente pocos son los personajes femeninos interesantes, más abundan los que se limitan a un diseño de adorno, decorativo , frívolos o mujeres brujas ambiciosas y claro, eso puede ser repetitivo y poco motivador. Particularmente, en cine he tenido el privilegio de construir personajes muy distintos , pero sí es cierto que quienes llevan la historia casi siempre son los personajes masculinos.

¿Un personaje femenino que sea uno de tus favoritos en el cine mundial y uno en el cine nacional?

La profesora de piano, es un personaje tan complejo, tan lejos de limitarse en «una mujer» y hasta siento que para un hombre le causa rechazo que exista alguien así, con un universo tan y más oscuro que el personaje masculino.

En el cine nacional, muchos personajes femeninos caen en el victimismo, y aunque no sea elegante creo que puedo decir «Mariela» la esposa en Contracorriente’ no cayó en esa debilidad a pesar que tenía todas las papeletas para ellos en la historia .

Rossana Díaz Costa (directora)

Imagen: Punto Edu

Rossana Díaz Costa ya dirigió «Viaje a Tombuctu» y ahora adaptará al cine «Un Mundo para Julius». Imagen: Punto Edu

El cine peruano le da espacio a las mujeres para crecer como directoras, productoras, cineastas en general, pero hay que esforzarse el doble al inicio. Siempre hay esta sensación de que te están subestimando por ser mujer. Una vez que consigues hacer una película, las cosas cambian, ya te respetan más. Por ejemplo, al inicio te enfrentas a un montón de prejuicios. Como cuando dices que “quieres hacer cine” la gente piensa siempre que quieres ser actriz, les cuesta imaginar a una mujer directora, o en puestos de mando. También, y esto lo he vivido en carne propia, si se trata de estafar o engañar siempre es más fácil hacerlo con una mujer, porque, creo yo, los hombres piensan que nos podemos defender menos, que vamos a caer rápidamente, que no vamos a poder con los problemas si no hay un hombre al lado.

Me he sentido limitada cuando me estafaron con dinero y cuando tuve un problema de maltrato con la película. Apenas llegó mi coproductor argentino, que es hombre y grande y además habla como argentino, las cosas empezaron a cambiar. Es decir, con un hombre al lado, todo es menos complicado y te tratan mejor. Esto es terrible. Me han pasado cosas, también, como que en alguna presentación de la película, alguien (siempre hombre y siempre aquí en el Perú) me ha preguntado: “¿Por qué la protagonista de la película es mujer? Casi siempre los protagonistas son hombres…”. Y bueno, qué iba a contestar yo, pues porque yo soy mujer y yo he escrito y dirigido la película. En estos momentos es que he confirmado lo que mucha gente piensa en nuestro país: las mujeres no son protagonistas nunca de nada, ni en la vida real ni en la ficción, por eso les sorprende ver una película con una mujer protagonista y que, además, esta mujer no sea el estereotipo de mujer que tienen en la cabeza.

La mayoría de los personajes femeninos en las películas peruanas han sido creados desde una óptica machista, han sido escritos por hombres machistas, salvo contadas excepciones. En casi todas las películas hay mujeres-objeto, no hay mujeres de acción, todas son pasivas, sumisas y dependen de los hombres. He visto también muchos desnudos femeninos gratuitos en las películas peruanas a lo largo de los años, que no se necesitaban, más allá del hecho de que el director quería que la actriz estuviera desnuda y él estuviera pensando en un público masculino. Hasta que al fin han llegado las películas hechas por mujeres, donde las protagonistas son mujeres y la óptica es completamente distinta. Al fin las mujeres dejan de ser objetos, toman decisiones, son seres humanos completos.

¿Un personaje femenino que sea uno de tus favoritos en el cine mundial y uno en el cine nacional?

El primero que se me viene a la mente es el personaje interpretado por Diane Keaton en “Annie Hall” (Woody Allen). Es una de mis películas favoritas y el personaje me fascina, con su neurosis, su inseguridad, su simpatía, su inteligencia, su sencillez, su ropa; toda ella es una mujer que me encanta desde la primera vez que vi esa película. Recuerdo que cuando la vi de niña pensé: “quiero ser como Annie Hall”. Y en el cine nacional, pues pienso en el personaje de Celina en “Magallanes”, interpretado por Magaly Solier. Es un papel difícil, contenido, donde la sutileza de una mirada lo tiene que expresar todo. Y Magaly es una excelente actriz y pudo transmitir el dolor, la pena, en su silencio y, finalmente, en su furia.

Carolina Denegri (Productora)

Imagen: Facultad PUCP

Carolina Denegri acaba de regresar del Festival de Berlín, donde presentó «El Soñador» en competencia. Imagen: Facultad PUCP

Creo que hombres y mujeres disfrutamos afortunadamente de las mismas posibilidades y lamentablemente también de las mismas limitaciones. En mi experiencia como productora, me he topado con más directores que directoras, pero creo que ha sido simplemente la casualidad del destino. En todo caso creo que si hay más oportunidades para mujeres por cuestiones temáticas, o de equidad de género pues habrá que aprovecharlas y rápido.

No sé si podría hablar de encasillamiento tal cual, pero recuerdo que empezar como productora tuvo que ver con mis aptitudes maternales, y mi afición por el orden y la organización. La primera vez que me seleccionaron en la universidad para asumir el cargo de productora, me lo dieron porque ser ordenada, organizada y responsable. Sin embargo, a mi me gusta creer que si yo hubiera sido hombre, hubiera tenido las mismas aptitudes.  Lamentablemente, creo que al menos en el Perú se sigue pensando que ser productor es un trabajo más de mujer, porque somos  más organizadas con el dinero, por ejemplo. Afortunadamente con el tiempo he conocido muchos hombres ordenados y mucho más organizados que yo. Por otro lado, algo que si me pasa frecuentemente es que muchos hombres en mi trabajo piensan (cuando aún no me conocen) que porque soy pequeña, soy débil, que porque no tengo mucha fuerza física, no tengo fortaleza, o que porque mi voz es aguda, no tengo carácter. Para mi felicidad son muchos más los hombres que reconocen mi trabajo y mi esfuerzo al punto de llamarme «jefa» con cariño.

  En el cine peruano me encantaría encontrarme con roles más variados, más heroínas que víctimas. Más protagonistas, no solo en el sentido de que sea nombrada como tal, sino que sientas que es un personaje con las posibilidad de cambiar o construir un mundo para la película. Recuerdo por ejemplo con especial cariño el diseño de personaje de la protagonista de «Las Malas Intenciones».

¿Un personaje femenino que sea uno de tus favoritos en el cine mundial y uno en el cine nacional?

Me encantan personajes como el «Corre Lola Corre» o como «Furiosa» de Mad Max, ahora que lo digo creo que me gustan mucho las mujeres en espacio no cotidianos, con fortaleza, que no significa que no puedan llorar, pero que si lloran son capaces de gritar también. Recuerdo por ejemplo a «Gloria» de Sebastián Lelio y «Victoria» de Sebastián Schipper. En Perú me quedo con Cayetana de Los Heros y Katherina D´onofrio en  «Las Malas Intenciones» y Antonieta Pari en «NN».

Nuria Frigola (Directora y productora)

Imagen: Feministiskt Perspektiv

Nélida Ayay es la protagonista de «Hija de la Laguna», documental producido por Nuria Frigola.  Imagen: Feministiskt Perspektiv

Mi experiencia individual es muy positiva y en el Perú he tenido la suerte de que se me ofrecieran muchas oportunidades. En este sentido estoy muy agradecida porque siempre he sentido confianza y respeto de mis colegas, hombres y mujeres.

Hay un buen número de mujeres peruanas dedicadas al cine que han obtenido mucho reconocimiento en el Perú y en el mundo: las directoras Claudia Llosa -¡que tiene hasta un oso de oro!- o Heddy Honigman, que aunque vive en Holanda es una de las documentalistas más prestigiosas a nivel global, son un buen ejemplo. El cine independiente que más premios recoge está producido por mujeres, como Pinky Campos o Carito Denegri. Y una de las mejores sonidistas, Rosa María Oliart, es mujer.

Sin embargo, sigue habiendo una desproporción grande en el cine hecho por hombres y el hecho por mujeres: en 2015, de los más de 30 estrenos de películas peruanas, solo cinco estuvieron dirigidas por mujeres; y de los premios de DAFO a largometraje de ficción y de documental, de 12 subvenciones solo tres fueron para mujeres.

Sería muy bueno seguir incentivando desde instituciones públicas y empresas privadas que las mujeres hagan cine desde los diferentes roles, incluyendo cargos típicamente vistos como masculinos, como la dirección de foto o puestos técnicos.

Sin embargo, sé que en el audiovisual, como en casi todos los sectores laborales, existe el acoso y el hostigamiento sexual, y no es algo infrecuente. El machismo también puede expresarse cuando, en una reunión, se da menos valor a la opinión de una mujer, sobre todo, si es muy joven. Esto debe cambiar.

Luego hay limitaciones autoimpuestas: las mujeres –¡aunque cada vez menos!- tendemos a sentirnos menos aptas para los trabajos que implican usar tecnología, o a veces para liderar equipos. Pero esto se está transformando, y en esta revolución ya nos hay marcha atrás.

La transformación que se vive en lo profesional también existe en los personajes de las películas. El año pasado se estrenaron varias películas donde había mujeres protagonistas que rompían moldes: desde la sonidista de “Como en el cine”, a «Rosa Chumbe», que dio nombre e historia a toda una película, pasando por las tres historias de mujeres en “Climas”.

Pero todavía está desequilibrado. Las mujeres tienen muchos menos roles protagónicos y a menudo representan estereotipos bastante conservadores: de las madres abnegadas a las chicas súper sexis. Siguen existiendo muchos prejuicios machistas, que casi siempre se mezclan con los de tipo étnico y de clase, reflejando nuestra sociedad. El reto es cuestionarlos.

¿Un personaje femenino que sea uno de tus favoritos en el cine mundial y uno en el cine nacional?

Del cine mundial elijo Thelma, de “Thelma & Louise”. Recuerdo cuando vi la película por primera vez, de niña, que el final me dejó pensando por varios días sobre la libertad. Es un personaje complejo, muy valiente, lleno de amor pero también de dolor.

Del cine peruano sería «Madeinusa», con su mezcla de realismo y de pensamiento mágico tan particular, y de la mirada que presenta hacia el mundo limeño.

Julia Gamarra (productora)

Imagen: Facebook

Julia Gamarra fue parte del equipo detrás de «Viaje a Tombuctú» y el Proyecto Quipu. Imagen: Facebook

En lo que conozco, el cine peruano contemporáneo cuenta habitualmente con personal femenino tanto en las jefaturas como en personal técnico. Aunque he coincidido poco con ellas, hoy mismo hay mujeres presentes en jefaturas y asistencias de sonido, fotografía e iluminación, por mencionar áreas en las que no resultamos familiares para el imaginario popular.

Como docente en carreras de cine también puedo decir que hay muchas jóvenes cineastas formándose con orientación hacia las diversas disciplinas, usualmente es un número parejo entre hombres y mujeres en las aulas de clase. Quizás los pocos estrenos de ficción dirigidos por mujeres el año pasado nos da una idea de que son pocas, pero en el medio hay muchas directoras en actividad filmando y desarrollando proyectos en otros formatos y géneros.

En general la gente que hace cine en el Perú tiende a ser de mentalidad abierta, menos prejuiciosa, incluso progresista. Y los rodajes suelen ser ambientes de bastante presión pero también de familiaridad y compañerismo, con raras excepciones.

A pesar de ello, como en otros ámbitos laborales, cada tanto me he topado con el encasillamiento de colegas (hombres y mujeres) que sugieren que por ser mujeres «somos más hábiles como productoras», «tenemos mayor capacidad de convencimiento», entre otras marcas de género. Parece que algunas personas tienen dificultad en distinguir entre las habilidades prácticas y el estereotipo. En alguna ocasión en un equipo grande me han pagado menos de la remuneración de un varón del mismo equipo que estaba en un rango inmediatamente inferior al mío en el área de producción, cosa que descubrí meses después.

También en alguna ocasión, y a pesar de tener ya algunos años de experiencia en la producción, han tratado de convencerme de «estudiar maquillaje para tener una mejor oportunidad laboral», seguro con la buena intención de animarme a hacer un giro de carrera. Y a pesar del buen ambiente laboral que usualmente se vive en las producciones, sí me he sorprendido alguna vez al encontrar a mujeres autodenominadas feministas poniendo trabas a la labor de compañeras del equipo, incluso llegando a faltas de respeto; y a hombres utilizando lenguaje violento hacia sus colegas. Cuando veo hacia atrás sobre estas experiencias, aún no logro explicarme estas actitudes.

Como productora, encuentro también dificultades en ciertos lugares de nuestro país, en los que me ha tocado «a modo de estrategia» pedir ayuda a mis compañeros (de cualquier área) en momentos de diálogos con hombres. Pasa que al conversar sola con ellos me ignoran, pero si lo mismo que yo solicito o informo lo dice un hombre, están atentos y prestos a responder. Estas experiencias me han mostrado mucho del machismo en el que estamos inmersos en el Perú.

Tengo la impresión que los personajes femeninos no están creciendo a la par de la producción actual, al menos la de largometraje de ficción. Quizás porque la mayor parte del cine peruano es escrito y dirigido por hombres, y muchas veces los personajes femeninos están subordinados a los masculinos, o lo que nos ofrecen son rasgos esteriotipados. Me gustaría ver aún más protagónicos femeninos en nuestro cine de los que ya aparecen.

¿Un personaje femenino que sea uno de tus favoritos en el cine mundial y uno en el cine nacional?

La primera que se me viene a la mente en el cine peruano es «Juliana». Quizás porque la conocí en mi infancia y fue un personaje fuera del estereotipo que conocía, que se atrevía a inmiscuirse en «el mundo de los hombres» con el cual finalmente puede convivir en armonía.

 

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