En Cinta Martes, 16 febrero 2016

«Deadpool» es más que una simple película de superhéroes: es un evento generacional

En Cinta

#losquesolohablandecine Lo último del mundo del cine. Lo que nos interesa, siendo honestos. facebook.com/EnCintaPeru twitter.com/encinta
Imagen: Fox Movies

Imagen: Fox Movies

Escribe: Vladimir Soriano Galarza

Aparece el logo de Marvel en la pantalla del cine. Mientras suena “Angel of the morning” de Juice Newton, observamos el close-up en cámara lenta de un hombre recibiendo una quemadura en la frente. La toma se va abriendo más y más, revelando la gravedad de la situación: se trata de una pelea sobre un automóvil en movimiento. Y mientras los créditos que se sobreimprimen en la escena nos confiesan que esta película es sobre un perfecto idiota, una chica sexy, un villano británico, personajes CGI y demás, todos entendemos a qué tipo de película nos enfrentaremos y el tono con el que desarrollará su historia: con ello inicia la experiencia única que fue ver «Deadpool» en el cine, todo un evento generacional.

Sí, algunos (o varios) dirán que exagero. Pero tenía elevadísimas expectativas con esta película y no puedo estar más satisfecho con el resultado final. 

Luego de esa secuencia introductoria –magistral para dejar en claro el tono agresivo y autoreferencial de todo lo que sigue-, la película no hace más que ir de acierto en acierto, sin dejar ningún momento de descanso al espectador: «Deadpool» no solo corre entre peleas, persecuciones, chistes subidos de tono y one-liners por montones, sino que en su primera mitad sostiene una estructura poco convencional que avanza y retrocede en el tiempo.

Lo mejor de todo es que el director Tim Miller sabe no agobiar al espectador con todo esto y se luce con secuencias de acción que mantienen el espíritu gamberro y transgresor del personaje. Pero también sabe matizarlas con el humano detrás del superhéroe en las secuencias flashback que nos revelan su origen: Wade Wilson supera la simple caricatura cuando le dan motivaciones más humanas. Jamás pensé que llegaría a decirlo, pero Ryan Reynolds nació para ser «Deadpool». (Y ese agente que le dio el visto bueno a “X-men Origins: Wolverine” y “Linterna Verde” en su momento, espero que se esté dedicando a otra cosa). Morena Baccarin, Ed Skrein, Brianna Hildebrand, Leslie Iggams y T.J. Miller completan el reparto con personajes secundarios muy bien aprovechados.

Imagen: Fox Movies

Imagen: Fox Movies

Es muy fácil entender qué tipo de humor es el que va a explotar esta película (sobre todo luego de ver los avances; por cierto, la enfermiza secuencia spoiler a «127 Horas» no tiene precio) y la buena noticia es que las partes más emotivas no se sienten fuera de lugar y complementan la narración. Pero, ¿qué es lo que hace tan especial «Deadpool», después de todo? ¿Por qué creo que es una experiencia única y un evento generacional? Porque sabe llevar consigo el espíritu comic book que, paradójicamente, la mayoría de películas del género no sabe cargar.

A pesar de que son películas que me gustan mucho, cuando miro nuevamente la trilogía original de «X-Men» o la trilogía de «Batman» de Christopher Nolan, no puedo evitar pensar que son películas basadas en comics que tienen, por decirlo de alguna manera, vergüenza de serlo: que pretenden ser otra cosa, que quieren ser tomadas más en serio. Las películas del Universo Cinematográfico de Marvel han sabido aceptar su naturaleza, algo que definitivamente hay que agradecer, aunque con resultados bastante dispares.

«Deadpool» no solo deja de sentir vergüenza de su formato de origen, sino que se jacta de ser una película de superhéroes. Y en el camino sabe burlarse tanto de sí misma como de todo este gran negocio de llevar superhéroes al cine.

«Deadpool» es desfachatada y ridícula (y es consciente de ello, no le interesa ser más), pero por sobre todo es un espectáculo que va a cambiar las reglas del juego en el negocio de hacer las mismas películas todo el tiempo (James Gunn, director de «Guardianes de la Galaxia», espera que así sea). Es una película que abraza la diferencia y el quebrar los esquemas, además de hablarle en su mismo idioma a todo un público. También es una cinta que supo ser adulta y hacer más plata que varios proyectos familiares en el camino. Todo esto la hace un evento generacional.

Ahora, todos cantemosSo I’m never gonna dance again, The way I danced with you… 

En Cinta

#losquesolohablandecine Lo último del mundo del cine. Lo que nos interesa, siendo honestos. facebook.com/EnCintaPeru twitter.com/encinta