En Cinta Sábado, 2 mayo 2015

Los 5 mejores papeles de Scarlett Johansson, la Viuda Negra de Marvel

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Escribe: Andrei Contreras Romero (@Dacromero)

Scarlett Johansson es un nombre que ahora relacionamos comercialmente con la Viuda Negra del universo de superhéroes de Marvel (ahora en cartelera con «Avengers: La Era de Ultrón»), pero su enigmática presencia es una que ha cautivado a directores de la talla de Woody Allen, Christopher Nolan, Spike Jonze, los hermanos Coen, Brian de Palma y más, no solo por una figura que roba miradas (ha sido considerada la mujer más sexy del mundo por una infinidad de revistas), sino por la complejidad que le puede imprimir a los personajes que interpreta.

Es por ello que decidí escoger los 5 mejores papeles que ha interpretado en su carrera, con una lista que celebra su versatilidad y la madurez que ha alcanzado como actriz. Quedaron fuera de la lista (pero hay que ver de todas maneras) «The Man Who Wasn’t There» de los hermanos Coen, «The Prestige» de Christopher Nolan, «Ghost World» de Terry Zwigoff y «Vicky Cristina Barcelona» de Woody Allen.

Yapa: El próximo año la escucharemos como la voz de la serpiente Kaa en la adaptación en carne y hueso que prepara Jon Favreau de «El Libro de la Selva». También será parte del reparto de la nueva película de los hermanos Coen, «Hail, Caesar!». Por cierto, incursionó en la música hace unos años y nos enamoramos de «Relator» y «Falling Down».

5. «Girl with a Pearl Earring» (2003) de Peter Webber

«La joven de la perla» es el trabajo más aclamado del pintor neerlandés Johannes Vermeer, una de las más reconocidas voces del arte barroco. La llamaban ‘La Mona Lisa Holandesa’ por el enigma detrás de la chica que retrataba, una que miraba directamente al espectador. Esta película intenta justamente contarnos quién es este personaje inmortalizado sobre el lienzo, con Scarlett Johansson interpretando a Griet, la criada de la casa del pintor, encargada de la limpieza de su estudio, convertida luego en una musa que desata romance, celos, pasión y obsesiones. Su trabajo no le permite hablar, lo cual nos hace valorar incluso más cada expresión que puede denotar en su dulce rostro, cada lágrima que se forma en sus ojos y representa miedo, inseguridad, sometimiento y refleja a la perfección la compleja relación que tiene con el pintor. Una película algo sub-valorada que hay que ver.

4. «Ella» (Her, 2013) de Spike Jonze

Solemos relacionar la actuación con la transformación del cuerpo, pero se olvida a veces el carácter que le puede imprimir al personaje la voz y sus tonalidades. En «Ella» nos rendimos a los pies una actuación invisible de Scarlett Johansson, una que nos seduce con la melodiosa y divertida voz que le cede a un sistema operativo inteligente capaz de entender las necesidades afectivas de su usuario. Claro que lo que comienza como un monótono juego de seducción (es su chamba, al fin y al cabo, y la química que genera con Joaquin Phoenix es gloriosa), empieza a generar matices que nos revelan sus preocupaciones y tristezas, el existencialismo del discurso sobre el amor que la película propone. La voz segura de Samantha (el nombre del personaje) empieza a quebrarse y conmovernos por lo humana que llega a oírse, sin visos de cinismo o mentira malintencionada.

3. «Under the Skin» (2014) de Jonathan Glazer

¿Cómo sería para un alienígena venir a la Tierra? Tomar la extraña y compleja forma del cuerpo humano en un lugar desconocido, con gente de diferentes personalidades, intenciones y características, todo para cumplir una misión ultra secreta y específica. Scarlett Johansson tiene la tarea de convertirse en este ser foráneo en constante estado de descubrimiento, pero sin la capacidad de hacer evidentes sus sentimientos, camuflado en el cuerpo de una mujer seductora, dualidad que cumple a la perfección. Su presencia llega a ser perturbadora e incómoda por ello mismo: Es curioso que los desnudos completos y las escenas de sexo de la actriz no generen el placer sexual que varios esperarían, ya que el alien utiliza aquellos momentos para descubrir el cuerpo humano, emulando a un bebé cuando se da cuenta de sus huesos, órganos y facciones. Se trata de una performance compleja y de diversas lecturas, enmarcada en un contexto de ciencia ficción.

2. «Match Point» (2005) de Woody Allen

«Match Point» marcó un quiebre en la carrera de Woody Allen, una a la que relacionamos mucho más con la comedia que con el thriller más oscuro. Este es su discurso sobre la suerte, lo único necesario para alcanzar el éxito: el portador resulta irrelevante. Y agradecemos a Allen por explotar la sensualidad que nadie antes había explorado en Scarlett Johansson. Su personaje, Nola Rice, es una voluptuosa y norteamericana que busca un lugar como actriz, a pesar de sus constantes fallidos intentos para conseguir un papel; claro que ella tiene la suerte de estar comprometida con un joven empresario de la alta sociedad londinense. Su mundo se viene abajo al conocer al joven instructor de tenis de su novio, la pareja de la hermana de su prometido. Infidelidad, asesinato y espíritus parlantes de gente muerta son los atractivos de esta película en la que Johansson se roba cada fotograma en el que aparece.

1. «Perdidos en Tokio» (Lost in Translation, 2003) de Sofía Coppola

Esta fue la película que hizo que Scarlett Johansson consiguiera el reconocimiento a nivel internacional, un papel que le valió la coronó como la Actriz Revelación del Festival de Venecia. Esta es la aparición que luego atraería la atención de Woody Allen, Christopher Nolan, Brian De Palma y Luc Besson. Y es que este retrato de la tristeza y soledad en una ciudad como Tokio, nos cuenta una historia de amor en la que las actividades más simples como caminar por las calles de la ciudad, tomar sake o ir a un karaoke son los momentos perfectos para explorar la intimidad. Charlotte es una norteamericana que llega al país extranjero junto a su esposo, que para ocupado por su trabajo de fotógrafo, mientras poco a poco, en un ambiente desconocido, se encuentra con un señor notablemente mayor que ella (interpretado por el soberbio Bill Murray) con quien empezará a salir y divertirse, iniciando allí una insospechada relación. La habilidad de Johansson para intimar con conversaciones y desnudar el alma de su personaje con miradas o anécdotas es admirable. Y no podemos olvidar la escena final, en la que aquellos susurros inaudibles nos tocan el corazón tan profundamente.

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