Ya, ¿por qué veríamos la nueva de «Los Juegos del Hambre»?

Una sola película se estrena a nivel nacional esta semana. Y más que una película, se trata de un comercial para el verdadero final de una de las franquicias más taquilleras de los últimos años.

«Los Juegos del Hambre: Sinsajo – Parte 1» (The Hunger Games: Mockingjay – Part 1) de Francis Lawrence – 123 mins

Por culpa de Harry Potter, aquellos que queremos saber cómo termina esta distopía tendremos que tragarnos esta primera parte del desenlace y esperar hasta noviembre del próximo año para ver la segunda mitad. Tiene sentido en términos comerciales: estamos hablando de una de las franquicias más calientes de los últimos años, una que ha sumado hasta el momento más de mil millones de dólares en recaudación a nivel mundial.

Esta es la saga responsable de que nos importen tanto las caídas de Jennifer Lawrence en las alfombras rojas y nos olvidemos de su verdadero talento actoral. Aunque también la que ha impulsado a que la industria busque crear proyectos con protagonistas femeninas. La que hizo del horror del filme japonés «Battle Royale» un juego para niños de silbiditos pegajosos. Pero la que además ha hecho que los adolescentes (sin enterarse, claro) reflexionen sobre la política y la manipulación de los medios y la opinión pública. En esta nueva entrega, Katniss debe viajar hasta el Distrito 13 del Capitolio y aceptar ser el símbolo de la revolución, marcándose así el inicio de la guerra de clases. Hardcore shit. La subida de presupuesto (140 millones de dólares) y la eliminación del torneo del título en la historia nos generan expectativa, al no saber exactamente qué esperar de esta nueva entrega. Menos romance y más acción, más enredo político, por favor.

El ingreso de Julianne Moore al reparto como la Presidenta Alma Coin emociona universalmente. Nuestra cinefilia está motivada con poder disfrutar de la última performance de Philip Seymour Hoffman en pantalla gigante, tremendo monstruo de la actuación. Nuestro espíritu geek saliva por ver qué hará Natalie Dormer (Margaery Tyrell de «Game of Thrones»). Nuestro flanco más pastrulo hinchó el pecho al ver a Woody Harrelson de vuelta en SNL. Nuestro bichito indie hipster quiere mover los pies al ritmo de un soundtrack curado por la mismísima Lorde. Yapa: Nikko Ponce se confiesa fanático de la saga. Aguanta, ¡¿qué?! Ya fue todo, no vamos al cine.